Nos serenamos como cada mañana … Hacemos silencio y
nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.
Reflexión: Como cada viernes, vamos a rezar con un fragmento de
una de las lecturas del próximo domingo.
Palabra de Dios:
Del Evangelio de San Lucas 6, 35-38:
«Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin
esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo,
porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.
Sed compasivos como vuestro Padre es misericordioso;
no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados;
perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida
generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se
os medirá a vosotros».
Infantil y primaria
La enemistad, el odio, la violencia son siempre el camino más fácil. Pero Jesús
nos pide que no juzguemos, que amemos hasta a los enemigos. Jesús nos pide que
colaboremos con él para que reine el amor en el mundo. ¿Somos nosotros capaces
de sembrar amor a nuestro paso? ¿Aun a pesar de que el mundo no nos comprenda? ¿Nos
creemos que el amor es capaz de transformar este mundo?
Reflexionamos
mientras vemos el siguiente vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=zmIensH77WQ
secundaria
Reflexión: La enemistad, el odio, la violencia son siempre la
opción más fácil. Los tenemos al alcance de la mano, en cada situación. Casi
“salen solas”... Pero ¿tenemos alternativa?
Lo que Jesús nos propone, amar hasta a los
enemigos...es una auténtica locura. -¿Es que no tienes ojos en la cara? ¿Es que no has visto lo que ha
hecho?-. Pero si lo pensamos bien… bendita sea esa locura de quien nos amó
sin merecerlo. Benditas sean todas aquellas personas que Dios nos ha puesto en
el camino, que nos cuidan, que confían en nosotros, que nos dan una
oportunidad, y que creen en lo que todavía no somos, y que incluso creen
a pesar de lo que hemos sido.
Este es el mundo que construimos cada día. Ahora me toca a mí ¿En qué bando
quiero estar?
Podemos compartir espontáneamente.
Santa Mª Eugenia de
Jesús, ruega por nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.