Testimonio misionero_PRIM_SECUND_Martes20 Oct

Buscamos el silencio que nos conecta con nuestro interior… y nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

TESTIMONIO MISIONERO

Hoy trae su vida ante nosotros Juanma, un joven profesor de uno de los colegios de la Asunción de España. Juanma y Carmen (una antigua alumna de nuestro colegio) vivieron una experiencia como misioneros hace unos veranos con la Asunción. Juanma quiso compartir su testimonio.


Tras unas semanas de nuestro viaje a Filipinas, me gustaría compartir con vosotros esta experiencia tan grande.
Durante el mes de Julio, Carmen y yo hemos estado trabajando como voluntarios en la casa de los Misioneros de los Pobres, en Manila. Esta comunidad de frailes se encarga no solo de dar asilo, alimentar y cuidar a niños con parálisis cerebral y ancianos, sino también de darles un hogar y una fe cristiana en la que crecer. Destacar que tanto niños como ancianos carecen de familia, no han tenido medios para hacerse cargo de ellos o simplemente han sido abandonados. A pesar de su delicada situación, de enfermedades y grandes dificultades, siempre presentan una sonrisa imborrable, una mirada llena de esperanza y unas ganas inmensas de vivir dignamente.
Es así que he podido comprobar cómo Dios está muy presente en esta casa. Su misericordia y compasión por sus criaturas más vulnerables son infinitas. Dios actúa con amor y ternura, especialmente a través de los hermanos misioneros, trabajadores y voluntarios, que dedican todos sus medios, esfuerzos y oraciones al servicio de niños y ancianos. Sin duda son movidos por la gracia de Dios.
Por último quería daros las gracias por vuestras oraciones y pediros que ahora también las dirijáis a los hermanos Misioneros de los Pobres, a los que constituyen su casa y a su obra.

Juanma


¿Qué te hace pensar este testimonio?
¿Te imaginas a tí mismo dedicando al menos un verano de tu vida a ayudar a los que más te necesitan?
¿Qué te parece lo que dice Juanma sobre que ha podido comprobar que Dios está presente en la casa de los Misioneros de los pobres?
¿Tú ves a Dios presente en tu casa, en tu vida...?

Traemos la vida ante el Señor (Compartimos algún pensamiento que nos haya provocado el testimonio, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...)


Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.