Buscamos el silencio que nos conecta con nuestro interior… Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante tanto sufrimiento que vemos en el mundo, podemos preguntarnos
¿por qué Dios no hace nada?
No somos los únicos que nos hemos hecho esta pregunta... veamos qué respuesta encontró este joven sacerdote misionero cuando era un niño.
¿Sabes qué? ¡También te hizo a ti!
¿Lo habías pensado alguna vez?
¿Para qué crees que te hizo?
¿Qué piensas que sueña Dios para tu vida?
Traemos la vida ante el Señor (Compartimos algún pensamiento que nos haya provocado la oración, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...)
La primera misionera, la primera que llevó con ella a Jesús para entregárselo a los demás fue María. Le pedimos a ella por todos los misioneros del mundo.
Dios te salve, María...
Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.