Guardamos silencio, con calma, vamos entrando en nuestro interior.
Vamos a rezar esta oración todos juntos, muy despacio y luego compartimos en voz alta la frase que más nos ha gustado y que tengamos ganas de realizar.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde hay odio, yo ponga amor.
Que donde hay ofensa, yo ponga perdón.
Que donde hay discordia, yo ponga unión.
Que donde hay error, yo ponga verdad.
Que donde hay duda, yo ponga Fe.
Que donde hay desesperación, yo ponga esperanza.
Que donde hay tinieblas, yo ponga luz.
Que donde hay tristeza, yo ponga alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, como consolar,
ser comprendido, como comprender,
ser amado, como amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
¿Qué frase te ha gustado más?
¿Dónde te gustaría ser instrumento del Señor?
Traemos la vida ante el Señor: Damos gracias, pedimos por alguien...
Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.