
Nada podemos vivir con plenitud si no recibimos la ayuda del Espíritu Santo. Él nos acompaña y nos da fuerzas. Con Él tiene sentido el lema de este curso
TÚ lo haces posible
Grandes hombres y mujeres le han rezado a diario para que les ayude. Este es un trozo de una oración con la que rezaba San Agustín. Rezamos hoy nosotros con ella.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS, RUEGA POR NOSOTROS