En este tiempo, escucharemos muchas veces 3 verbos importantes: orar, ayunar y dar.
Al escuchar "orar" y "dar" sabemos a qué se refieren, aunque aún nos quede mucho por aprender... Pero parece que lo de "ayunar" lo vemos más lejano. Normalmente identificamos ayunar con no comer o con privarnos de ciertos alimentos, porque es lo que la Iglesia nos propone algunos días. Ayunar sirve para acercarnos más a lo esencial. Pero ¿es siempre ese el ayuno que Dios quiere? En el libro de Isaías leemos:
que sueltes las cadenas injustas,
que desates las correas del yugo,
que dejes libres a los oprimidos,
que acabes con todas las opresiones,
que compartas tu pan con el hambriento,
que hospedes a los pobres sin techo,
que proporciones ropas al desnudo
y que no te desentiendas de tus semejantes.
Entonces brillará tu luz como la aurora
y tus heridas sanarán en seguida,
tu recto proceder caminará ante ti
y te seguirá la gloria del Señor.
Entonces invocarás al Señor
y él te responderá; pedirás auxilio
y te dirá: «Aquí estoy».
¿Cómo sientes o piensas que es el ayuno que Dios quiere para ti en este tiempo de Cuaresma?
Puede que te pida ayunar de palabras hirientes, de quejas, de enfados, del pesimismo, de la falta de confianza, de la tristeza, de tratar regular a alguien...
Normalmente, ayunar de estas actitudes es mucho más difícil que ayunar de alimentos. Pero eso es lo que Dios nos pide. Sabemos que nos da su ayuda y su fuerza para conseguirlo.
Hoy, los que lo deseen, podrán tener un momento de oración en la capilla en el que realizará el símpolo de imponer la ceniza sobre nuestra frente y podremos pedirle ayuda a Dios. La ceniza representa que queremos ayunar de todas esas actitudes que nos alejan del amor a Dios, a los demás y a nosotros mismos.
Los profesores os avisarán de cuando podéis bajar cada clase
Vamos a pedirle a Mª Eugenia que nos ayude a vivir con profundidad esta Cuaresma.
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS
RUEGA POR NOSOTROS
