Miércoles de ceniza_SECUND_Miércoles17Feb


Hoy es miércoles de ceniza, comienza el tiempo de Cuaresma. 

Todos los años hacemos una celebración especial en la que se impone la ceniza, pero este curso, para seguir cuidando unos de otros, vamos a hacer algo diferente. El miércoles de ceniza es un día especial, por eso hoy la oración será especial.

Despejad vuestra mesa, sacad un lápiz/boli y coged la fotocopia de la flor.

Nos relajamos, hacemos silencio y nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN



Nosotros no queremos que este tiempo nos pase desapercibido, y tampoco que sea un tiempo triste, “gris”.
Queremos que sea un tiempo de florecer… por eso usaremos el dibujo de una flor para esta oración.
Música para poner durante la reflexión: 



FÍJATE EN LOS PÉTALOS: 

Imagina que cada uno es una faceta de tu vida: familia, amigos, estudios, los que más te necesitan y Dios. El centro de la flor eres . En cada una de esos aspectos:
¿Cómo te encuentras? 
¿Qué tienes que mejorar? 
¿Qué estás dispuesto a cambiar?


FÍJATE EN EL TALLO Y EN LA TIERRA: 
Para que los pétalos no se marchiten y perduren en el tiempo, la flor necesita hundir sus raíces en la tierra y alimentarse. Tú también necesitas buscar ese "alimento" para cuidarte por dentro, para poder ser lo que puedes llegar a ser:
¿De dónde sacas las fuerzas? 
¿Qué te alimenta, te sustenta? 
¿A dónde podrías ir a buscar “alimento” durante esta cuaresma?

FÍJATE EN LO QUE RODEA A LA FLOR: 
Ella no solo necesita del agua y la tierra para crecer. También necesita de la luz del sol y del aire. Pueden pasar desapercibidos, pero sin ellos no podría vivir. Ese espacio representa todo lo que es cotidiano y “no te puede faltar” alrededor.  

¿Qué necesitas cerca de ti para poder vivir desde la fe, desde el amor?

Después de la dinámica, podemos compartir con una palabra cómo me siento este miércoles de ceniza. ¿Cómo empiezo la cuaresma?

Terminamos esta oración especial poniendo todo lo que nos hemos propuesto en manos de Dios. Él está apoyándonos siempre. Confiemos en que con Él lo haremos posible.


SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS
RUEGA POR NOSOTROS