Hacemos silencio y nos ponemos en presencia de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Rezamos hoy con la canción Jerusalema.
Esta canción habla de Jerusalén como la ciudad soñada en la que estar en comunión con Dios, vivir como a Dios le gusta, es un canto a la vida y al amor.
Y dice: "Jerusalén es mi casa, sálvame y camina conmigo, no me dejes aquí".
La canción conmueve a muchas personas de todas las edades y todos los idiomas. Les dice que la casa de Dios es su propia casa.
¿Qué te transmite a ti?
Vamos a escucharla, cantarla, bailarla... ¡lo que queramos!
Y luego compartimos los sentimientos que nos despierte:
Traemos la vida ante el Señor: ¿Qué me hace sentir la canción? ¿Por qué me gustaría rezar después de oírla?
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS
RUEGA POR NOSTROS