Siempre nos fijamos en otras personas que son buenas para aprender de ellas, ¿verdad? ¿EN QUIÉN TE FIJAS TÚ?
Hay muchos hombres y mujeres que, con sus vidas, demuestran que es posible enfrentarse a los problemas, luchar por lo que creen justo, portarse bien con los demás... Pero quizás, entre todos, una mujer, María, es para nosotros refugio, maestra, amiga y guía en el camino. Ella es valiente, sencilla y fuerte y fue capaz de enfrentarse a muchas dificultades por la fe y la confianza tan profunda que tenía en el Señor. Cuando Dios le pidió ayuda, ella respondió:
«He aquí la esclava del Señor. Que se cumpla en mí según tu palabra» (Lc 1,38)
ORACIÓN
María, tú te fiaste de Dios. Y no te vencieron el miedo, ni las dudas, ni los problemas...
Te fiaste de Dios, aunque hacerlo te pusiera en situaciones complicadas.
Le dijiste «sí», poniendo tu vida en sus manos,
sin hacer caso a las habladurías, a la incomprensión. Fuiste muy valiente porque te fiabas de Dios.
Yo quiero ser valiente también, como tú, y vivir amando a todos, luchando por lo que Dios quiere: la justicia, la libertad, la alegría.
Gracias por ser mi ejemplo, María.
Sta Mª Eugenia de Jesús,
ruega por nosotros.
