Como cada mañana, entro en mi interior y busco el silencio. Nos ponemos en presencia de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Hace poco vivimos la semana vocacional y en ella pensamos mucho en nuestros sueños, los importantes, los que mueven con intensidad nuestro corazón y nuestra voluntad. ¿Has pensado alguna vez en cómo son los sueños de Dios para ti?
Los sueños de Dios para nosotros son ENORMES, nos sueña amando y siendo amados SIEMPRE.
Traemos la vida ante el Señor: compartimos lo que nos haya gustado más, pedimos, damos gracias...
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS,
RUEGA POR NOSOTROS