Ligeros de equipaje_SECUNDARIA_Miércoles 1Dic

Respira con calma, relaja tu cuerpo y tu mente. No te preocupes por nada ahora... Haz silencio un momento... En este silencio nos ponemos en presencia de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Cuántas cosas vamos acumulando en la vida: Memorias, proyectos, historias, objetos, actitudes… Está bien, ¿no? Es señal de vivir, de no quedarte con los brazos cruzados. Pero en parte ocurre como con el armario o las estanterías de la propia habitación. Que como no despejes de vez en cuándo terminas sepultado por libros, ropas, objetos varios… Así que, aunque cueste, de vez en cuánto toca hacer limpieza general y deshacernos de todo lo que sobra, para quedarnos con lo importante.

¡Qué gusto da desprenderse unas cuantas cosas de esas que estorban! Fuera las comeduras de tarro que no conducen a ningún sitio. Los enfados y rencores duraderos, fuera también, que se gasta demasiado tiempo rumiando rencores y heridas. Fuera el miedo a los juicios de los presuntuosos o de los que se creen perfectos. Mandemos también al garete el orgullo si nos impide pedir ayuda, y la murmuración que solo hace daño. ¿Y qué decir del egocentrismo que a veces le hace a uno sentirse el centro del mundo? Que se vaya para no volver. Patada a la ingratitud, que demasiadas veces me impide darme cuenta de tanto como tengo.

Esto es lo que hacemos con las confesiones. Un paroncito para hacer orden y limpieza en nuestro interior. Y el Adviento es buen momento para hacer esta "limpieza".
¿De qué crees que tienes que desprenderte? ¿Qué actitudes te sobran, te entorpecen, y te gustaría cambiar?

"Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas."

Jesús envía a los discípulos a llevar a cabo su misión "ligeros de equipaje" y así quiere que nos enfrentemos a la nuestra, sin "mochilas" cargadas a la espalda con cosas negativas que no nos dejan ser felices y ser nosotros mismos.

SANTA  Mª EUGENIA DE JESÚS
RUEGA POR NOSOTROS