Cada mañana paramos un momento al entrar en el colegio para empezar el día de la mejor forma posible. Nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN
Hemos escuchado muchas veces que el Adviento es tiempo de espera, pero piénsalo bien... ¿a quién le gustan los tiempos de espera? ¡A nadie! Entonces ¿por qué suele gustarnos el Adviento?, ¿por qué decimos también que es tiempo de alegría?
ORACIÓN
Aquí estoy, Señor, un Adviento más, dispuesto a esperar cuanto haga falta para que llegue lo mejor de mi vida: Tú. Dispuesto a allanarte los caminos que llegan hasta mi corazón para que Tú puedas llegar a él, dispuesto a gritarme a mí mismo en los desiertos de mi indiferencia, mis distracciones y mi apatía que Tú no te cansas nunca, ¡nunca! de seguir naciendo en mí, día tras día, para que yo sea inmensamente feliz.
Gracias Señor por este Adviento, por este prepararme para tu llegada real a mi vida cotidiana.
Traemos la vida ante el Señor: pedimos, damos gracias...
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS,
RUEGA POR NOSOTROS
