Del evangelio de Marcos:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
En nuestro día a día nos llegan llamadas constantes de las obligaciones, de la publicidad, de las redes sociales, etc. Recibimos miles de notificaciones y alarmas, otras veces son juegos, series,...
En medio de todo esto, Dios quiere nacer en nosotros, pero su voz queda un poco apagada, camuflada entre tanto ruido.
Ojalá que no pase este tiempo como algo más. Que nos sirva para estar atentos. Tenemos que reconocer a Jesús entre la multitud y abrirle las puertas de nuestra casa de par en par. Esa es la Navidad de VERDAD.
¿Qué significa “estar atento” en este adviento?
¿Qué pienso que me pide Jesús que cuide en mi día a día? ¿Qué situaciones me piden que esté atento?
