La revolución del corazón
Para los creyentes,
practicar la fraternidad es inseparable de la fe. Jesús dijo: “Lo que hicisteis
con uno de mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Por su venida al
mundo, Jesús está unido a cada ser humano. Nos acercamos a él cuando vamos
hacia aquellos y aquellas que fueron heridos por la vida; ellos nos hacen
entrar en una relación más cercana con él.
“El mayor desafío de este momento es cómo realizar una revolución del corazón, una revolución que tiene que comenzar con cada uno de nosotros. Cuando comenzamos por ponernos en el lugar más bajo, por lavar los pies de los otros, por amar a nuestros hermanos y hermanas con un amor ardiente, esa pasión que condujo a la cruz, entonces podemos decir en verdad: “Ahora he comenzado”. – De la periodista estadounidense Dorothy Day, comprometida en la lucha por los derechos humanos, en 1963.