Todos únicos_Jueves 23Junio

Cada mañana paramos un momento al entrar en el colegio para empezar el día de la mejor forma posible. Nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN

San Pablo decía a los primeros cristianos:

"Así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros cumplen la misma función, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros. Teniendo dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado."

Unidos es como tiene la vida más sentido. Pero ¿como ser todos uno si cada uno es único, diferente? Vamos a reflexionarlo con este cuento:

Los animales del bosque se dieron cuenta un día de que ninguno de ellos era el animal perfecto: los pájaros volaban muy bien, pero no nadaban ni escarbaban; la liebre era una estupenda corredora, pero no podía volar ni sabía nadar... Y así todos los demás.

 

¿No habría una manera de establecer una academia para mejorar la raza animal? Dicho y hecho. En la primera clase de carrera, el conejo fue una maravilla, y todos le dieron sobresaliente; pero en la clase de vuelo subieron al conejo a la rama de un árbol y le dijeron: “¡Vuela, conejo!”. El animal saltó y se estrelló contra el suelo, con tan mala suerte que se rompió dos patas y fracasó también en el examen final de carrera. El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron que excavara como el topo. Al hacerlo se lastimó las alas y el pico y, en adelante, tampoco pudo volar; con lo que ni aprobó la prueba de excavación ni llegó al aprobadillo en la de vuelo.

 

Convenzámonos: un pez debe ser pez, un estupendo pez, un magnífico pez, pero no tiene por qué ser pájaro. Todos somos diferentes y tenemos talentos distintos. Eso no nos hace mejores ni peores. Sólo cuando aprendamos a amar en serio lo que somos, seremos capaces de convertir lo que somos en una maravilla.

Tú también eres único y tienes tus propios dones, ¿sabes cuáles son? ¿los estás fortaleciendo?


Traemos la vida ante el Señor: pedimos, damos gracias...

SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS, 

RUEGA POR NOSOTROS