Martes, 19 de febrero




Silencio, calma… respiramos. Nos ponemos en presencia de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  



Infantil y primaria
Rezamos hoy observando la imagen de esta escultura.

Reflexionamos y compartimos:
¿Qué veis? ¿Qué hace cada uno de los personajes?
¿Cómo crees que se sienten? ¿Te has sentido alguna vez así?
¿Qué harías tú?

Expresamos nuestros pensamientos y emociones y las ponemos en manos del Señor: “Ayúdame, Señor. Y que yo pueda ser el apoyo de todo aquel que lo necesite”.

secundaria

Hoy vamos a rezar observando la imagen de esta escultura y leyendo una oración.
Dedicamos primero un momento en silencio para contemplar la imagen. Trata de empatizar con le escena, con los sentimientos de cada uno de los personajes ¿Te has sentido alguna vez así en tu vida?

A continuación rezamos juntos la oración. Vamos a rezarla despacio, leyéndola juntos, pensando bien en cada frase. Después, hacemos “eco de la oración” repitiendo cada uno la palabra o expresión que más le haya tocado internamente:

No te rindas,
aunque a veces duela la vida.
Aunque pesen los muros
y el tiempo parezca tu enemigo.
No te rindas,
aunque las lágrimas
surquen tu rostro y tu entraña
demasiado a menudo.
Aunque la distancia
con los tuyos
parezca insalvable.
Aunque el amor sea, hoy,
un anhelo difícil,
y a menudo te muerdan
el miedo, el dolor, la soledad,
la tristeza y la memoria.
No te rindas.
Porque sigues siendo capaz
de luchar, de reír, de esperar,
de levantarte las veces que haga falta.
Tus brazos aún han de dar
muchos abrazos, y tus ojos
verán paisajes increíbles.
Acaso, cuando te miras al espejo,
no reconoces lo hermoso,
pero Dios sí. Dios te conoce,
y porque te conoce
sigue confiando en ti,
sigue creyendo en ti,
sabe que, como el ave herida,
sanarán tus alas y levantarás el vuelo,
aunque ahora parezca imposible.
No te rindas.
Que hay quien te ama
sin condiciones,
y te llama
a creerlo.

Eco de la oración.


Santa Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.