Lunes, 23 septiembre


PRIMARIA

Hacemos silencio. 
Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu SantoAMÉN.

Vamos a escuchar este cuento con atención. ¡A ver qué podemos aprender de él!


Un día, un ratón, mirando por un agujero en la pared vio a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Se preguntó qué tipo de comida podía haber allí… ¡y quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera!
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos:
"¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!"
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda."
El ratón fue hasta el cordero y le dijo: "¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!"... "Discúlpeme Sr. Ratón, pero no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por ti. Quédate tranquilo que serás recordado en mis oraciones."
El ratón se dirigió entonces a la vaca y la vaca le dijo: "Pero acaso ¿estoy en peligro? ¡Yo no!" dijo la vaca.
Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, no vio que la ratonera había atrapado la cola de una cobra venenosa y la cobra picó a la mujer.
El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre.
Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo.
Y entonces el granjero tuvo que vender la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
FIN


Reflexión
  • ¿Crees que es lógico ser tan egoístas como para pensar que no nos afecta lo que les ocurra a los demás?
  •  ¿Por qué crees que no tratamos a veces a los otros como nos ha enseñado Jesús?

Traemos la vida ante el Señor (Compartimos algún pensamiento que nos haya provocado el cuento, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...)

Padre nuestro que estás en el cielo...


Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.