Viernes, 20 septiembre



SECUNDARIA
Calma, tranquilidad... buscamos una postura cómoda, observamos nuestra respiración...Hacemos silencio. 
Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu SantoAMÉN.

El evangelio del próximo domingo nos ofrece una reflexión que puede parecer desconcertante. Los discípulos no lo entendían al principio, puede que nosotros tampoco. Hay que profundizar, pensar, y estar abiertos a lo que quiere decirnos. ¿Te atreves? Vamos, ¡SIN MIEDO!


Jesús dijo a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido’. El administrador se puso a echar sus cálculos: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa’.


Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’ Este respondió: ‘Cien barriles de aceite’. Él le dijo: ‘Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta’. Luego dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’ Él contestó: ‘Cien fanegas de trigo’. Le dijo: ‘Aquí está tu recibo, escribe ochenta’. Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.



Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero”


PALABRA DE DIOS

Para ayudarte a reflexionar: 
Jesús reconoce la astucia con la que procede el mal administrador y añade que se suele encontrar mucha más astucia a la hora de hacer el mal que de hacer el bien. Luego, nos anima a ser inteligentes, astutos para hacer el bien: para ayudar, para alegrar, para cuidar la amistad, para luchar contra la injusticia. contra la pobreza... advirtiéndonos de lo difícil que es mantenerse fiel. ¿Cuál es la mejor manera de conseguirlo? Siendo fiel y honrado en lo pequeño.

Podemos compartir, si queremos, qué nos ha hecho pensar la oración, si nos mueve a comprometernos a algo, si queremos pedir por algo... y TRAER ASÍ, LA VIDA ANTE EL SEÑOR



Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.