- Un misionera que todos conocemos y queremos es Santa Teresa de Calcuta. Escuchemos una anécdota que le ocurrió:
- “Cuentan que, entre la multitud de voluntarios y visitantes que acudían a las casas y hospitales de Madre Teresa en Calcuta, apareció una famosa actriz de Hollywood. Admirada por la atención que Madre Teresa y sus hermanas dispensaban a los enfermos, moribundos, mendigos, huérfanos y pobres entre los pobres, como acostumbraba a decir la santa, la actriz le comentó que ella no sería capaz de hacer eso ni por todo el oro del mundo. Madre Teresa respondió: «Yo tampoco»”.
Guardamos silencio unos segundos, mientras vamos recuperando la calma y entrando en nuestro interior. Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo... AMÉN.
¿Qué crees que impulsaba entonces a Teresa de Calcuta a entregarse así a los demás?
Era saber que Dios está en los que más sufren.
Recemos juntos con una oración de la madre Teresa y luego repetimos la frase que más nos haya “tocado el corazón”.
Hazlo de todas formas
A menudo la gente es irrazonable, ilógica y egocéntrica. Perdónalos de todas formas.
Si eres amable, la gente puede acusarte de egoísta o de tener segundas intenciones. Sé amable de todas formas.
Si eres exitoso, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos. Ten éxito de todas formas.
Si eres honesto y franco, la gente puede engañarte. Sé honesto y franco de todas formas.
Lo que tardas años en construir, alguien puede destruirlo en un instante. Construye de todas formas.
Si encuentras serenidad y felicidad, pueden tener celos. Sé feliz de todas formas.
El bien que haces hoy, a menudo será olvidado mañana. Haz el bien de todas formas.
Da al mundo lo mejor que tienes y puede que jamás sea suficiente. Da al mundo lo mejor que tengas, de todas formas.
Verás, el análisis final es entre tú y Dios; nunca será entre tú y ellos, de todas formas.
Rezamos por los misioneros, para que se mantengan fuertes ante todas las dificultades que tienen que superar.