- Guardamos silencio unos segundos, mientras vamos recuperando la calma y entrando en nuestro interior.Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.¡Todos podemos hacer algo por mejorar la vida! No queremos conformarnos pensando que estamos muy lejos de los que más nos necesitan, que somos muy pequeños, que nuestra ayuda no sirve para nada...
- Cualquier gesto cuenta, cualquier ayuda es importante. Cualquier detalle, hecho con amor y valentía puede ayudar a que el mundo sea mejor. Ya nos lo dijo Jesús:
- «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros a anidar en sus ramas».
- Tenemos que dejar que nuestro corazón se conmueva, que no nos resulte indiferente el sufrimiento de los demás. Porque cualquier gesto de amor, por pequeño que sea, si sale del corazón, puede llegar a crecer mucho más de lo que podamos imaginarnos.
- Fíjate en cómo lo vive este niño.
- Oración: Le pedimos a Dios en un momento de silencio que nos ayude a cuidar todos los gestos que tengamos hoy, para que los hagamos con amor, conscientes de que podemos cambiar las cosas con ellos. (Rezamos en silencio)