Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.
ADAPTACIÓN DEL EVANGELIO LC 14, 15-16
Un día, mientras comían, Jesús hablaba con la gente sobre el Reino de Dios. Para explicarles lo que era, lo comparaba con un gran banquete. Los que le oían pensaban que era una gran suerte poder participar de él.
Uno de los que estaba comiendo con Jesús le dijo: “¡Qué afortunado será el que pueda comer en el banquete del reino de Dios!”
Jesús le contestó con una parábola: “Un hombre daba un gran banquete e invitó a mucha gente. Llegó el día y mandó a un criado a avisar a los invitados: “Venid, que ya está preparado el banquete”. Pero uno a uno iban poniendo muchas y diferentes excusas para no asistir al gran banquete: que si tengo que ir a trabajar, que si tengo asuntos con la familia, que si tengo que ir a comprar unas cosas, no me da tiempo, me da vergüenza, no conozco a nadie…
PARA REFLEXIONAR: Fijémonos en los que pusieron las excusas. Tendrían "sus razones" o no... pero lo cierto es que se perdieron el banquete. Piensa en ti un momento:
¿Te pasa eso alguna vez?
¿Crees que te pierdes "grandes banquetes" poniendo excusas?
Hay cosas maravillosas esperando a ser vividas, cosas por las que merece la pena lanzarse sin poner ningún tipo de excusas.
Vivir decididos a poner el reino de Dios por delante de todo lo demás es vivir poniendo el cariño, el servicio, el perdón, la comprensión… por delante de las prisas, de las notas, del sueldo, de la comodidad...
¿Cómo vives tú? ¿Decidido a participar en el "gran banquete de la vida"? ¿O las excusas hacen que no te decidas, que no te atrevas? A veces, detrás de todas las excusas lo que hay es miedo... nos cuesta decidirnos y atrevernos. Cuando sientas ese miedo, ¡confía! Dios está de tu parte. ¡Con Él, tú lo haces posible!
Traemos la vida ante el Señor: Compartimos algún pensamiento, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...
Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros
