Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.
Vamos a pararnos a pensar un momento:
¿Cuáles son las cosas que más te importan? ¿A qué le dedicas más tiempo? ¿Qué es lo primero que haces cuando llegas a casa?
En los pequeños gestos se nota qué es lo importante en realidad para cada uno. No es lo mismo llegar a casa y saludar con cariño a los que están allí, dedicándoles un rato para saber cómo les ha ido el día y para contarles cómo estamos; que llegar, dar un saludo rápido, por cumplir, y poner enseguida la tele, coger el ipad, la play... No es lo mismo pasar la tarde del sábado jugando con los hermanos y amigos, disfrutando de su compañía y amistad, que pasarla encerrado viendo vídeos de Youtube. En los pequeños gestos se nota dónde ponemos el corazón. Algo así les decía Jesús a sus amigos:
Ningún siervo puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Lc 16, 12-13
Así, nosotros, no podemos poner al mismo nivel a las personas que a las cosas, pues en realidad si le damos valor a unas menospreciamos a las otras. Y eso se nota en los pequeños gestos.
Y tú, ¿dónde pones cada día tu corazón?
¿Con qué gesto quieres resaltar hoy a lo que le das más importancia?
¿Con qué gesto quieres resaltar hoy a lo que le das más importancia?
Traemos la vida ante el Señor (Compartimos algún pensamiento que nos haya provocado la oración, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...)
Padre nuestro que estás en el cielo...
Sta Mª Eugenia de Jesús,
ruega por nosotros.
