Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Cierra los ojos y siente cómo te mira María.
Cierra los ojos y siente cómo te mira María.
Su mirada es tierna, te está sonriendo. Fíjate en el dibujo. Así te mira mientras le cuentas tus cosas.
Ella nos cuida, nos lleva de la mano, nos escucha... y le cuenta a Jesús todo lo que necesitamos.
¡Vamos a pedirle que nos mire!
María, estoy feliz de estar este ratito contigo, de haberme
dejado mirar por ti y por Jesús.
Gracias por la fuerza y valentía que me das.
Gracias por cuidarme no solo a mí, sino también a la gente que quiero.
Gracias,
porque sé que velas y te preocupas por la personas que en estos
momentos están sufriendo mucho, sigue, por favor, cuidándolos y dándoles tu
fortaleza y esperanza.
TRAEMOS LA VIDA ANTE EL SEÑOR
TRAEMOS LA VIDA ANTE EL SEÑOR
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS, RUEGA POR NOSOTROS