DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER
Del evangelio de Lucas
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados". Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?".
A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
En esta ocasión no es la mujer la que se acerca a Jesús pidiendo ayuda. Es Él quien la ve. Él sabe mirarla y entender su dolor, su sufrimiento, lo que la tiene "encorvada". Y después de ver su realidad, actúa para ayudarla.
¿Sabemos nosotros mirar así, viendo más allá de las primeras apariencias, entendiendo el sufrimiento y la necesidad de la otra persona?
Sigue habiendo muchas circunstancias hoy en día que hacen estar "dobladas" y humilladas a muchas mujeres. Dios sabe verlo y actúa para que esto deje de ser así. Pero cuenta contigo para conseguirlo.
¿Eres de los que se implican o prefieres "mirar" para otro lado?
A veces podemos ser, incluso sin darnos cuenta, como el jefe de la sinagoga, que se dedica a criticar en vez de a construir. Pasa muchas veces. ¿Te pasa a ti?
¿Cómo son tus críticas? ¿Son constructivas, buscan siempre mejorar la situación que está sufriendo la otra persona? ¿O a veces son solo protestas llenas en el fondo de egoísmo?
Todos somos iguales en dignidad, todos somos hijos de Dios.
Cuidemos unos de otros. Seamos de los que enderezan a los que están doblados, dolidos, tristes, humillados...
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS,
RUEGA POR NOSOTROS
