Virgen María, madre de Jesús,
quiero ser como tú, amiga de toda la gente.
Y quiero disfrutar de la compañía de tu Hijo
porque también está dentro de mi corazón.
Él nunca me deja solo: está siempre conmigo
desde que me levanto hasta que me acuesto.
Gracias por quererme, María.
Gracias por quererme, Jesús.
CONSEJO DE ADVIENTO:
DISFRUTA LA ALEGRÍA de dar, de perdonar, de escuchar, de conciliar, de esperar con esperanza.
Traemos la vida ante el Señor: pedimos, damos gracias...
SANTA Mª EUGENIA DE JESÚS,
RUEGA POR NOSOTROS