Lunes, 18 de marzo


  1. Hacemos silencio, como cada mañana, nos paramos y empezamos el día poniéndonos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

  1. Reflexión secundaria:
La Cuaresma es un comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de la vida sobre la muerte. A fin de cuentas estamos llamados a no contentarnos con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor.
Mª Eugenia estaba convencida de cuál era el camino. Ella decía: “Creo que cada uno de nosotros tiene una misión en la tierra. Tenemos que buscar en qué Dios puede servirse de nosotros para la difusión y la realización de su Evangelio.”
Quizá no tengamos claro para qué estamos en este mundo, cuál es nuestra misión en la tierra… pero día a día se nos plantean situaciones que nos llevan a elegir, en las que vamos definiendo cómo somos. Pruebas, dificultades, retos, conflictos… Vamos a fijarnos en la semana que hoy empieza. Piensa un momento en silencio:
¿Cómo quiero vivir esta semana? ¿Cómo quiero actuar? ¿Cuál creo que es mi misión para estos próximos días? ¿Estoy dispuest@ a asumirla con alegría o prefiero poner alguna excusa? ¿Qué quieres que haga por Ti esta semana, Señor?
Recuerda que solo tú puedes decidir lo que quieres que sea tu vida.

  1. Reflexión primaria:

La Cuaresma es un tiempo para cambiar las cosas que no hacemos bien o que ensucian nuestro corazón, pero ¡no podemos quedarnos sólo con las palabras! Tenemos que pensar en algo concreto que queramos cambiar de nuestra forma de ser o de comportarnos. Vamos a ver un vídeo que nos va a dar pistas sobre lo que podemos hacer. Al verlo, vamos a elegir cada uno un compromiso para cumplirlo durante esta semana.



  1. Oración: Vamos a pedirle a María que nos ayude en todos nuestros propósitos. Dios te Salve, María…

Santa Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.