Relájate, respira... haz silencio en tu mente. Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.
En la vida no todo depende de nosotros. Debemos confiar en nuestros dones, pero siendo conscientes de nuestros límites. Nuestra felicidad no se alcanza únicamente buscando logros personales. Muchas veces hay circunstancias vitales que no dependen de nosotros y que nos impiden alcanzar las metas que nos hemos trazado. Una enfermedad, necesidades familiares, personas que se cruzan en nuestro camino… muchas veces la vida nos sorprende y nos hace cambiar de rumbo. La felicidad la encontramos en el amor que ponemos a las cosas que realizamos cotidianamente. Desde ellas nos habla Dios. Él, que es Amor, quiere envolver con su presencia nuestras acciones. Lo necesitamos. Su amor es lo que nos completa, lo que nos ayuda a superar los límites, a ampliar nuestros horizontes.
Si le prestamos atención, el amor de Dios nos habla, nos invita a movernos, nos empuja a tomar decisiones concretas.
Leamos juntos esta oración y después compartimos la frase que más haya tocado nuestro corazón:
SI PUEDO
Si puedo hacer, hoy, alguna cosa,
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo arreglar un fallo humano,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo ayudar a un desgraciado,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor
Grevnille Kleiser
Si puedo hacer, hoy, alguna cosa,
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo arreglar un fallo humano,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo ayudar a un desgraciado,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor
Grevnille Kleiser
Traemos la vida ante el Señor (Hacemos eco de la oración repitiendo alguna frase, compartimos algún pensamiento, damos gracias, pedimos ayuda al Señor...)