Miércoles, 23 octubre

SECUNDARIA SIN CONVIVENCIA


Relaja tu cuerpo, tu mente, tu corazón... Busca en tu interior el silencio en el que te encuentras contigo mismo cada mañana. El silencio y la quietud en los que podemos ponernos en presencia de Dios. 
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.


Puedes tener defectos, estar ansioso
y vivir irritado algunas veces,
pero no olvides que tu vida
es la mayor empresa del mundo.

Sólo tú puedes evitar
que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian,
admiran y te quieren.

Me gustaría que recordaras que ser feliz,
no es tener un cielo sin tempestades,
camino sin accidentes, trabajos sin cansancio,
relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón,
esperanza en las batallas,
seguridad en el palco del miedo,
amor en los desencuentros.

Ser feliz no es sólo valorar la sonrisa,
sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el éxito,
sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos,
sino tener alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida,
a pesar de todos los desafíos, incomprensiones,
y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino,
sino una conquista para quien sabe viajar
para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas
y volverse actor de la propia historia.

Es atravesar desiertos fuera de sí
y ser capaz de encontrar un oasis
en lo recóndito de nuestra alma.

Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.

Es saber hablar de sí mismo. Es tener coraje para oír un “no”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple,
que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir ‘me equivoqué’
y tener la osadía de decir ‘perdóname’.

Es tener sensibilidad para expresar ‘te necesito’.
Es tener capacidad de decir ‘te amo’.

Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades
para ser feliz…

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques en el camino,
comiences todo de nuevo.
Pues así serás más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.
Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar los errores para tallar la serenidad.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas….
Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues
¡la vida es un espectáculo que no te puedes perder!

Traemos la vida ante el Señor...
¿Te atreverías hoy a compartir
con los demás
tus pensamientos o tu oración?

Vamos, anímate.
Nos ayuda mucho escucharnos unos a otros.


Padre nuestro que estás en el cielo....

Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.