Guardamos silencio mientras vamos recuperando la calma y entrando en nuestro interior...
Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.
El día 1 es el Día de todos los santos.
¿Habéis visto alguna vez algún capítulo de Masterchef o Masterchf Junior? Llama la atención que niños o adultos que no se dedican a la cocina y que no han estudiado para eso sepan hacer unos platos tan difíciles, que les queden tan bonitos y que estén tan ricos.Solo lo sabrían en sus casas o sus conocidos más cercanos, para los que seguro habrían cocinado alguna vez.
Con los santos pasa lo mismo. Algunos son famosos porque su vida fue extraordinaria y la iglesia los ha reconocido como santos. Pero otros, la gran mayoría, son como los participantes de Masterchef. Sólo lo sabían los que los conocían muy de cerca.
Esos son los Santos a los que recordamos en la fiesta de Todos los Santos: santos de a pie de calle, de zapatilla de andar por casa, que dejaron en nuestras vidas, sin grandes gestos, sin grandes palabras, la semilla del Evangelio y el sabor auténtico de que su vida era una vida de fe, de oración, de entrega a Dios y a los otros.
¡Todos podemos ser santos! Ya ves que no es algo raro, es ser bueno, al estilo de Jesús. Dios quiere que todos seamos santos. ¿Te gustaría ser santo?
Traemos la vida ante el Señor: ¿Conoces a alguien que te recuerde a este tipo de santos? Alguien de tu familia, del colegio, de tus amigos... Podemos compartir sus nombres y dar gracias a Dios por ellos
Rezamos juntos: Padre nuestro...
Sta Mª Eugenia de Jesús, ruega por nosotros.