Santo en vaqueros y zapatillas de deporte_SECUND_Viernes29 Oct

Nos ponemos en presencia de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

A los santos y santas nos los imaginamos con hábito o con sotana, ¿verdad? ¡Pues no siempre es así!

Este es Carlo, un chico italiano que murió con 15 años y al que acaban de beatificar. ¡Impresiona ver un santo vestido de la misma forma que tú! 
Y llevando una vida no muy distinta a la tuya con 15 años: clases, voluntariado, familia, amigos, redes sociales, ocio...  Le gustaba jugar al fútbol, los
animales, la naturaleza y el ordenador. Una vida normal, pero con una apertura a lo sobrenatural que hizo de su vida ordinaria algo extraordinario. Él decía: 

«Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias»

Y animaba a sus amigos a descubrir los dones que habían recibido de Dios de forma única y personal al servicio de los demás.

Hizo de su fe la prioridad, el motor de todo: «estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida». Los que le conocían veían en él algo especial: "santidad vestida con vaqueros". Tenía una sensibilidad especial por los que sufrían y ayudaba a cuantos podía. A su entierro acudieron muchos mendigos a los que había ayudado sin que su familia ni nadie lo supiera.

Hasta en el dolor de su repentina y rápida enfermedad supo ver que Dios seguía contando con él.

¿Es esta la idea que tenías de SER SANTO?

Ser santo asusta y, ya sé, parece que no es popular. Pero ser santo es aquello a lo que invita la fe, si se vive con coherencia y alegría. Querer ser como Jesús, en tu modo de amar, en lo que te apasiona hasta robarte las horas. Estar con él. Sin dejar de ser tú. Es más, siendo más tú que nunca. Libre. Viviendo como él y por él. Sin evitar los dilemas, pero sin tirar por la opción más sencilla (distraerse y dejar de buscar, evitar la dificultad y el dolor). Más bien apostar y entregarse. Y ver en su entrega, en su cruz, la tuya propia. En tus opciones, en tus decisiones, las pequeñas y las grandes, tenerle en cuenta a Él. Y a sus preferidos. En cómo ocupas el espacio y el tiempo, ser testigo de una esperanza. Que te saca más allá de estas coordenadas. Que te lleva a comunicarla. Que te lanza hasta el infinito. Y que te lleva a correr allá por donde Él te lleve…llevando, también, unas zapatillas de deporte.(Sergio Gadea, sj)

¿Qué te hace pensar todo esto? ¿Te atreves a compartir alguno de esos pensamiento con los demás?

Rezamos juntos: Padre nuestro...

SANTA MARÍA EUGENIA DE JESÚS, RUEGA POR NOSOTROS