Ponte cómodo, respira... ve sintiendo la paz que buscamos siempre en el silencio de estos momentos de oración. Nos ponemos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. AMÉN.
Si tus palabras no son mejores que tu silencio...
¡Mejor callar!
Si lo que vas a decir puede doler a alguien...
Si lo que vas a decir son rumores, y no estás seguro de que
sean ciertos...
¡Mejor es callar!
Calumnias, mentiras, chismes, cotilleos... ¡que no salgan de nuestra boca!
A todos nos toca crear buen clima entre nosotros. Todos sufrimos con los rumores y los chismes. Y si eres de los que quiere hacer "un poco más", recuerda que no basta con no hablar mal de nadie, también hay que interrumpir al que lo haga delante tuya.
otros!
Traemos la vida ante el Señor: Compartimos algún pensamiento
que nos haya provocado la oración, damos gracias, pedimos ayuda
al Señor...
ruega por nosotros.